Buenas de nuevo
En aquella espesura se movían algo más que hojas, estaba verdaderamente asustado, pero pronto mi temor se disipó tranformándose en curiosidad, era un cervatillo, preso en una trampa, intenté abrirla con todas mis fuerzas, de hecho, me llegaron a sangrar las manos, pero conseguí liberarlo, se fué dando brincos y eso me hizo sentirme muy bien, luego apareció un cazador insultando todo lo insultable, al cual, hice callar propinándole un puñetazo en la cara, no le pegué muy fuerte, solo lo suficiente como para que le doliera el orgullo y eso, aún me hizo sentirme mejor
Saludos
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