Buenas de nuevo
Desde el balcón de tu chalet, a solas con la brisa, que me daba en el rostro, mientras bebía a sorbos muy pequeños, mi martini, pensaba en el traje de noche que habías estrenado para la fiesta, si estaba fuera, era, porque nunca he soportado las fiestas de los estirados de tu oficina....
Tu saliste también un momento fuera, a llamarme por enésima vez por mi nombre, aunque como la primera vez que lo hiciste, todas me sabían a gloria, con tu voz dulce y melodiosa
Así que, me giré a tu requerimiento y me diste un beso suave, mientras tu mano se apoyaba en la mía y me djjiste con la mirada, que te salvara de aquella fiesta, mientras te veía expléndida a la luz de la luna
Saludos
viernes, 13 de julio de 2007
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