Buenas de nuevo
Paseábamos por la playa, sentíamos la fina arena entre nuestros dedos, las olas jugueteaban a intentar mojarnos, pero nos movíamos con pequeños saltitos, yo aprovechaba para cogerte en el aire de tu cintura y tu cara reflejaba una bonita sonrisa, además de un color rojizo tenue, no sé si por el sol o porque te cogía. Seguimos paseando un buen trecho y nos cogimos de la mano, no pidiendo esconder ni tu ni yo, lo grato del momento, amén de las mejores sonrisas que un ser humano puede expresar, en el momento en que se roza la felicidad con las puntas de los dedos.
Saludos
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