Buenas de nuevo
Una vez me dijiste que no solía sonreír mucho, que hacía tiempo que no recibía buenas noticias, y tu boca hablaba y hablaba, pero yo hacía rato que no levantaba la cabeza, cada palabra tuya agolpaba una lágrima en mi pupila, mientras mi rabia hacía de red para no llorar, pero te acercaste a mi, me levantaste la cabeza, mientras no parabas de sonreír, viste mis lágramas caer, como si se tratase de una cascada y casi me obligaste a abrazarte. Sabías de sobra, que era un arrogante y testarudo,pero te había ayudado, siempre que lo habías necesitado.Yo sabía que tu corazón, tenía alas de ángel y me dormí apoyado en tu regazo.
Saludos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario