Buenas de nuevo
El AveMaria de Schubert, sonaba por cada rincón del anfiteatro, la música te calaba onda allá donde te pusieras y cada nota expresaba tu nombre, tu no habías podido venir por ese constipado que cogiste a ultima hora, yo a petición tuya, estaba grabando en mi memoria cada acorde, para después trasmitirlo con un beso, tal y como tu me dijiste con aquella media sonrisa, que era casi vampirica y me daba miedo, pero al mismo tiempo me hipnotizaba y me hacia sonreír como un tonto enamorado.
Saludos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario