Buenas de nuevo
La verdad, siempre he sido de constitución delgada, pero, siempre he sido muy fuerte, aquella mañana habías discutido con tu marido y te plantaste en mi casa con tu mochila, vi tus ojos de llorar y ni te pregunté, cogimos mi 4x4 y nos fuimos a la sierra, allí estuvimos trotando todo el día, yo te contaba mis chistes malos a ver si te tranquilizabas, pero no parabas de despotricar contra casi todo.
Al final de la tarde, subiendo una colina empinada, resvalaste y yo te cogí fuerte de la mano, te miré a los ojos y te dije " Confías en mi " y dibujé una amplia sonrisa, ella se esforzó en subir y me dijo " ¿Que donde tienes escondido al genio? " y sonrió a su vez y fue la única vez que la vi sonreír en todo el día.
Saludos
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